Y salto, y surjo
Y embisto claro y puro
Como aire de sauce;
Y guardo la sombra,
Y me intervengo la nostalgia,
Y giro, giro,
Y me cruzo a la orilla de la luz,
Y me transformo en alas de delfín
Para volar en lo alto de las aguas,
Y danzo, danzo
Con cada Nota en el cielo de las melodías,
Y escapo, me libero,
Me aliviano del pozo de mi mismo,
De los pliegues congelados del alma,
Y florezco,
Y soy la cresta del latido, y la faz
De la armonía,
Y vuelo, y subo,
Y me detengo eternamente en el oriente del éter,
Y me fundo, me fundo
En flamas de Jaramillo,
Y venzo, venzo
Y deshago los tentáculos allí en los mis
Jardines de sombra,
Y me enciendo, me enciendo
Febrilmente hasta deshojar el titiritar del escalofrió,
Y ahogo, ahogo
Las mis lágrimas en el manantial de la sonrisa,
Y ya no insinúo
Y soy aire, y mas aire, y aire del todo,
E igualo la eternidad, y desbarato el confín,
Y soy hoy todas las partes,
Soy la unidad, soy ganador de tu sol
En el sorteo de tus luces.
Santiago
Hermoso poema amigo mio, un placer leerte siempre!
ResponderEliminarAbrazo,
mester