martes, 23 de julio de 2013

Vaya osadía

                                                   A Paula

Pude saberte desnuda,
verte clara en el cristal
de la noche que no miente;
abierta en tu nido de coraje,
en el hilo de fragor que te evoca
y reconstruye cierta, definitiva.

Noche de fábula entre
fulgores de cánones ilesos;
de manos exhaustivas
sobre pieles en vaivén
de verso absorto.

Noche sin obstáculos de pecho
entre ritos claves de sed
 y corazones al ritmo de lo perplejo.
Noche de hervores, de frutos
de furia entre acordes de labios
tocándose en el vuelo de su musa.

Puede verte, saberte
en lo letal luego de tu cuidado,
en lo que vale tras la orilla
de tu sigilo,
tras el velo que oculta
la esplendencia de tu amparo.

Pude verte y también tú,
los obstáculos perecieron
en el trazo de lo súbito.

Vaya quimera, vaya luz,
vaya certeza,
vaya osadía
para el anhelo de

nuestro pulso.

lunes, 22 de julio de 2013

Lo definitivo en la espera



Cuerpo: lo latente entre lo
sublime y lo ambiguo,
entre lo sutil y la nada
lo hecho y no:
suspenso entre lo que podría ser
y lo que no es.
No hay palabras que hallen
El hilo aparente del esplender,
Aquel que nos trama en su
cópula de dios aun sin brillar.

Conjunción en espejo que arroja
rastros de reflejo en distorsión,
reproducción del tiempo
que aúna a medias
horadadas certezas,
trama del sentido en dislocación,
forma de lo premeditado en marco
de aparente nulo.

¿Madurarán las catapultas del instinto?
¿A qué quimérico ocultismo
nos arrojarán?
¿O todo acto de maduración
es rótulo sin clave,
extremo de una iluminación
que no apunta a vislumbrar
el primer preludio?

Trama del interrogante
en velo que afecta el sentido,
cuerpo anejo entre luces y sombras,
entre formas de enigmas propio
aun sin derogar.

¿Qué larga intermitencia
crece por fuera de lo definitivo?
¿O es la espera el final de todo paso?

Un artilugio de nuestro andar
se teje en el vaivén de la deriva,
Cuerpo que se define y no:
ser
yo,
abierto
fe
enigma
¿o, pueriles, solo apogeos sin sendero?
Dios
¿Qué se construye en la palabra dios?
¿O decir dios desde lo humano no es
nombrarlo, es solo construir
el polvo de su apariencia
donde la palabra se habita a ciegas?

Cuerpo: lo latente entre lo
sublime y lo ambiguo,
¿una nada a la espera
de comprender que el buscar
termina puntualmente en esa espera?


domingo, 14 de julio de 2013

Claroscuro

Como siempre
claroscuro,
Látigo de amiento
Entre renuncias
De fulgor y
Deseos que no ceden.

Como siempre
El incesante, añejo
Inveterado claroscuro,
El refugio birlado del
Cuerpo entre la
Paternidad de desvalidos
E inclaudicalbes sentidos.

Claroscuro:
Pulso,
Arena,
Latido y
Ocaso;
La pauta del hueco
Y lo vivo de frente
¿Qué perjuro
Volátil rotula
El vaivén de este contrapunto?
¿Qué viene y va por la huella
Del neutro?

Claro y oscuro,
Luces y sombras.
¿Qué agria verdad
Bobeda el vamos de la contradicción?

Claroscuro,
Un prender y apagarse
Entre cargas de hospicio
Y valimientos de infancia,
Entre sudor de clavario
Y glorias de niño.

Claroscuro
Luces y sombras,
Arena y latido,
El hueco y la huella.
Por qué hilo de dios
Sin fe vamos cayendo?
¿Por qué todo anzuelo de luz
Suena a  encrucijada?
Cíclico claroscuro:
La niebla es espesa
En trámites de horizonte.



viernes, 12 de julio de 2013

Los posibles de la poesía




A mi amigo Iván, poesía viva, en movimiento.


Es tan pequeña y sin embargo
cabe más que un mundo,
un entero mundo que evoca
La producción de todos nuestros
posibles.
Se añeja en lo que en lo que nos pertenece,
cita de luz y sombra en cada una de
nuestras claves.

La poesía es el impacto
de una clarividencia
encontrada,
galope que se revela  entre
los acentos internos del pulso.

Un arresto melódico,
un procedimiento de acordes rítmicos;
la poesía es
la mejor canción
acompañando el juego del lenguaje.

Es la palabra
siempre de luz retenida.
fulgor que ilumina
entre las ligaduras del habla interior.

Una intimidad súbita fijando
Inéditos de pálpito,
 revelando el histrionismo
De las páginas de nuestro mejor sentido.
El poema el oficio de la emoción,
recreando lo que nos afirma y nos niega,
lo que nos reúne en el espacio de verdad
de todos, absolutamente todos
nuestros contrapuntos.

A la vez es escupitajo de arena y polvo,
el acto del vomito que nos depura,
inclusive lo que nos alza en voz
más allá de nuestras
caídas y huellas,
más allá del camino que no nos dice
 y del secreto de nuestro mejor amparo.

Acaso un Tremendo sostén,
un hilo memoria reconstruyendo
cada sentencia sensible,
cada dejo de libertad contra
los atentados den “no”.
La poesía es todos los acaso,
aquellos que pujan el instante
hacia su mejor opción.

Hija de nuestro vuelo por decir
y ya dicho.
Ala, árbol,
punto donde en esencia el vacilar
se depura.

La poesía esta entregada al porvenir,
y a nuestra mejor historia.