domingo, 23 de enero de 2011

Entreviesece transparente

Ya desde la faz
de su exordio
entreviesece la
atemporalidad de sus
signos transparentes,
el dintorno terso
de sus cimientos
en celeste.
Ya desde
su proemio remoto
borde de orillas
de armonía
es,
introito
de flameo
en inmunidad
de “son” etéreo,
agudo cultivo
de aura en diáfano,
fija
conjunción
de erguido
éter límpido.

¿Qué coáktil
de ileso primero
trae la
la cadencia
de su prefacio?

¿Peregrinación despojada
de licuefacción en bruto?

¿Es su preludio equiescente
blanco longevo secreto de
puricidad táctil,
disolución de principio
de contrarios,
difuminación
de velo de tramas?

¿Qué tipo de blanco
inmune surte
desde el prólogo
de su tuétano
volitivo?

Mujer luz,
mismidad de
fusión
en absoluto,
así es como pareces:
del tamaño
natural de
la mancomunión
de lo perfecto.