El eco de la apariencia
indisoluble como sistematización
de una jaula dicha.
No hay grietas de entrada
para discernir sobre
la amplitud de la ajenidad adentro.
La mirada se abre en retornos
sin nombre
y mira con el rostro
de la huella que no tiene.
Rostro de ajenidad
en la amplitud de la
mirada sin nombre,
sistematizada jaula
de lo adentro impropio
en la amplitud del ojo sin huella,
!Retornos indiscernibles
del sin nombre saliendo!
y todo desde la sistematización
indisoluble de mi jaula adentro,
desde mi puta jaula dicha
por el eco sin nombre
de mi ojo aparente
será verdaderamente indisoluble esa jaula?
ResponderEliminarinnata más que indisoluble: doblemente peor.
ResponderEliminarque gusto tenerla por aquí, Marina.
beso
Che empecé leyendo esta poesía, y luego sus letras comenzaron a leerme a mí.
ResponderEliminarAplaudo la justeza de cada línea.
Saludos,
la apariencia, las jaulas en las que nosotros mismos nos metemos, si tendrà vueltas este tema! si habrà paño!...ay...
ResponderEliminarun beso,
Vero.