Y hay una cuenca
Inflamada
De
Mirtos
Llameantes,
Una exaltación
Del cauce
De
La
Cópula
Carnal,
Un ardor
En el
Timbal
Que penetra hay!.
Yo te lo ofrezco.
Te ofrezco la punta vibrátil de perennes paraísos
Con colores correlatados de frenesí abrupto,
Te ofrezco la furia del éxtasis hervorosamente desentrañado
Y el deseo inasible de mi flujo que quiere
Frotar las
Fauces
De tu inhóspito
Centelleo
Orgásmico.
Oh si!
Te ofrezco mi incorruptible
Ansia de fuego penetrante
Con flameos
Torrenciales
De aullidos erectos,
Aunque luego, por la mañana,
Sólo quede el eco
Del falo
Vomitando una
Promesa muerta.
Inflamada
De
Mirtos
Llameantes,
Una exaltación
Del cauce
De
La
Cópula
Carnal,
Un ardor
En el
Timbal
Que penetra hay!.
Yo te lo ofrezco.
Te ofrezco la punta vibrátil de perennes paraísos
Con colores correlatados de frenesí abrupto,
Te ofrezco la furia del éxtasis hervorosamente desentrañado
Y el deseo inasible de mi flujo que quiere
Frotar las
Fauces
De tu inhóspito
Centelleo
Orgásmico.
Oh si!
Te ofrezco mi incorruptible
Ansia de fuego penetrante
Con flameos
Torrenciales
De aullidos erectos,
Aunque luego, por la mañana,
Sólo quede el eco
Del falo
Vomitando una
Promesa muerta.
Santiago
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