Cuerpo: lo latente entre lo
sublime y lo ambiguo,
entre lo sutil y la nada
lo hecho y no:
suspenso entre lo que podría
ser
y lo que no es.
No hay palabras que hallen
El hilo aparente del
esplender,
Aquel que nos trama en su
cópula de dios aun sin
brillar.
Conjunción en espejo que
arroja
rastros de reflejo en
distorsión,
reproducción del tiempo
que aúna a medias
horadadas certezas,
trama del sentido en
dislocación,
forma de lo premeditado en
marco
de aparente nulo.
¿Madurarán las catapultas del
instinto?
¿A qué quimérico ocultismo
nos arrojarán?
¿O todo acto de maduración
es rótulo sin clave,
extremo de una iluminación
que no apunta a vislumbrar
el primer preludio?
Trama del interrogante
en velo que afecta el
sentido,
cuerpo anejo entre luces y
sombras,
entre formas de enigmas
propio
aun sin derogar.
¿Qué larga intermitencia
crece por fuera de lo
definitivo?
¿O es la espera el final de
todo paso?
Un artilugio de nuestro andar
se teje en el vaivén de la
deriva,
Cuerpo que se define y no:
ser
yo,
abierto
fe
enigma
¿o, pueriles, solo apogeos
sin sendero?
Dios
¿Qué se construye en la
palabra dios?
¿O decir dios desde lo humano
no es
nombrarlo, es solo construir
el polvo de su apariencia
donde la palabra se habita a
ciegas?
Cuerpo: lo latente entre lo
sublime y lo ambiguo,
¿una nada a la espera
de comprender que el buscar
termina puntualmente en esa
espera?
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