Un hilo
de fundamento
determinantemente
tosco,
un
secreto de
filiación
de hoy mitigada
entre
fracciones
de
pálpitos y
ponzoñas
de espasmo,
entre rugidos
de trino y
cenizas
de lasitud.
Es lo
que arde
atrapado
entre baches
de celdas
mentales,
un
incisivo temblor
entre caídas
de lujuria,
y arrebatos
de deseo que
arremeten
desde la guarida
del disimulo.
Se menta
la memoria
entre fileras
de límites
y las
fieras del adentro.
Un secreto
de tibio rumor golpea
en las
sílabas marcadas
del escepticismo,
en lo
que yace como
alma de
tapujo.
Es el
fomento de la entraña
intentando
borrar los mapas
de agujero,
las
largas hazañas de la niebla,
la
espesura indescifrable
de este
insistente negro,
de esta
indivisa bruma pautada
en el alimento interior.
Hora del
bache,
y el árido
cuervo,
de las
fibras del pecho
enroladas
en cactus de sierpes.
¿Que se
hace en medio de la caída?
El
tibio rumor y la fiera adentro
preverán,
el
verdugo del deseo
siempre
se sale con la suya:
dinamita
de semilla
en el hielo
del velo.