Era un
acto ayer, una palabra…
Un hombre
plantado contra
los demonios
de su arena.
Era yo
ayer corazón en el polvo,
un encuentro…
Pero,
por destino, por cruz, por azar,
por naturaleza,
las certezas se pudren,
y la
avaricia hueca del presente
arde en
luces del pasado.
Me observo
brusco,
confundido
entre viejas aciertos dorados
y pasos
de hoy sin emoción.
Conjugados,
creencia y escepticismo
Confiesan
vacío y raíz, un salto hacia
El ser
sin impulso de eficacia.