Hay en cada Brote
el origen puntual,
la inspiración renovada
del ileso preciso:
utopía tangible
en acorde natal,
esencia del equilibrio
donde los instantes
se confunden.
La primavera otorga
el simiente infinito
del fervor redondo,
la certeza impensada
de su intacto adentro.
Un retornado umbral
de augurio abierto,
un añejo peso de
formas del nacer,
se yergue en la primavera
Preñez del mito flotando
en destinos sin derrota,
hilo nativo del hondo color,
acero inviolado del brillo
primero, otorga lo primavera
Lo que trasciende desde
las entrañas de su éter,
lo libre de su fija mismidad.